En la primera parte del artículo escribía sobre si el futbol chileno era el mejor de Latinoamérica, tras ganar la Copa Oro Chile 2015. Si es así, ¿dónde queda la Liga MX?
La Liga
MX, fantástico producto que nos venden cada seis meses y que ofrece un
placer inmediato de cuándo va a jugar el equipo al que “le vamos” o el que nos
llama la atención
(Nadie se pregunta cuándo va a dar el gran salto. Cuándo será
como la Premier League o la Bundesliga,
porque si es tan entretenida como dicen los medios deportivos, pues debe
estar al nivel de dichas ligas, ¿no? O quizá ya estemos en ese nivel: lo
ratifican el campeonato en la final del Mundial de Clubes del 2000: aquel Necaxa
contra el Manchester United. Además del título de Libertadores que hemos
traído.
Obvio, no existe ninguno de los dos).
¿Qué trajo el fútbol mexicano del
campeonato de 2005 de la Selección Mexicana Sub 17?
¿Qué hay en la Liga MX de aquel
futbol revolucionario del proceso de Ricardo La Volpe, donde los centrales
(Osorio y Salcido) se convertían en extremos, una idea que ponía a escribir
artículos a Guardiola -en el periódico El País- sobre dicho estilo?
Bueno, ¿qué hay de la actitud
ofensiva y buen trato de pelota del México de Brasil 2014 ahora en la Liga MX?
Lo
más fácil es decir que nada. Pero la verdad es esa: no hay nada implementado. Los
18 equipos no debutan ni le dan oportunidad a los jóvenes: a lo mucho 9
equipos. Pero no los 18.
No existe una propuesta verdaderamente de ataque en
los equipos, además de la última etapa de Caixinha como técnico de Santos (los
“Lavolpistas” no existen: a veces pienso que algunos sólo usaron ese nombre para
impulsar su carrera como técnicos. Fuera de Sergio Bueno, quien no se declara ni
alaba a La Volpe como los demás pero es, curiosamente, quien más comparte dicha
ideología: no salir a especular e ir a proponer. Y por ahí, también “El Potro” Gutiérrez).
¿Qué
técnico mexicano intenta jugar de forma agradable cada semana? Sin decaer en su
propósito. Ninguno que venga a la mente.
En la liga se demuestra
el nivel global de los futbolistas nativos, junto al de los extranjeros. En la
Selección se demuestra el nivel de los futbolistas nacionales que juegan en el
extranjero (el cual es dispar, pues todos juegan en distintos equipos de
diferentes ligas).
Entonces, ¿quién determina el estilo de una Selección?
Evidentemente, el director técnico, quien lo hace según su propuesta de juego. El material con
el que cuenta no, pues tiene a su disposición la cantidad de futbolistas
nativos que existan.
El futbol
latinoamericano importa para quien lo ve, para tener algo en qué pensar cada
semana y distraerse. Fuera de eso, a nadie le importa. Por mucho que la Copa
Libertadores sea peleada y una lucha para los clubes, cada liga parece ser
propia de cada país y por tanto irrelevante para el otro.
Con el respeto pero
¿qué mexicano ve, ya no el futbol chileno o argentino, el mismo brasileño? ¿A
qué empresa de comunicación le interesara transmitir dicho futbol? Por ahí ESPN y FOX, a lo mucho tres o cuatro partidos de Brasil y Argentina. En
Europa, ¿existirá esta misma apatía de los españoles hacia el fútbol inglés?
¿De los italianos hacia la Bundesliga?
Ahora, ¿las Selecciones
latinoamericanas están lejos del nivel de las europeas? Eso quizá sea lo más
interesante, pues en competencias internacionales parece que el nivel se acorta
e incluso, poco a poco, está siendo superado (Mundial Brasil 2014, el ejemplo
remoto: Argentina en la final contra Alemania, compitió con lo que sabía y podía hacer, pero le complicó a los teutones).
Lástima que ese nivel de selección latinoamericana poco le importe a los directivos nacionales llevarlo a sus países: el caso de Argnetina, del mismo México que pese a no clasificar a Cuartos de Final en una Copa del Mundo desde hace rato nunca ha mostrado un futbol en donde espere al rival: casi siempre ofende, le interesa el fútbol de ataque. De nuevo, nada que ver con la Liga.